Por: Rommel Andaluz Arrieche
Basado en el libro Guía para el Manejo Familiar de las Adicciones, escrito por el Dr. Martín Nizama-Valladolid, quien trabaja en el Instituto Nacional de Salud Mental y tiene 30 años de experiencia en el tratamiento de adicciones.
La adicción es una enfermedad volitiva, biogenética, recidivante y multicausal que se incuba esencialmente en el entorno ambiental, social y familiar; siendo inconsciente e involuntariamente mantenida o perpetuada por la familia. Se caracteriza por la búsqueda irrefrenable e insaciable de placer autodestructivo y la inconsciencia de enfermedad.
La adicción se caracteriza por un síndrome nuclear constituido por:
En su obra CARTAS A UN NOVELISTA, el escritor Mario Vargas Llosa etiqueta al adicto como un "esclavo feliz", lo cual parecería una tragicómica frase de humor negro. Sin embargo, es una dura realidad, una dolorosa verdad que los familiares no deberían esmerarse en ocultar, negar, soslayar o minimizar. La denominación "esclavo feliz", se sustenta en una tetralogía de síntomas clínicos: desamor, vacuidad, inconsciencia de enfermedad y voluntad ineficaz; los cuales propician la insensibilidad que caracteriza al adicto.
Los factores causales de la enfermedad adictiva son múltiples, a saber:
Ecología adictógena. Cultivos de hoja de coca, marihuana o amapola. Laboratorios clandestinos: "cocinas", "fábricas". Concurrencia a antros, fumaderos y "huecos".
Penetración del narcotráfico en el ámbito económico, social, político y cultural. Hedonismo, narcomercado y masificación de las adicciones.
Desamor, coadicción, simbiosis, posesión, escotosis y trastornos de la comunicación.
Inmadurez, desamor, soledad, aflicción, vacuidad, depresión, estrés, evasión.
Predisposición genética, disfunción del circuito de recompensa (gratificación) en el sistema mesolímbico cortical del SNC.
Potencialidad adictiva de las diferentes sustancias psicoactivas.
Estimación | ||
Nº | Area | Porcentual (%) |
1 | Ecología | 15 |
2 | Entorno social | 10 |
3 | Entorno familiar | 10 |
4 | Aspecto Corporal | 4 |
5 | Biogenética | 5 |
6 | Personalidad | 10 |
7 | Emocional, afectiva y volitiva | 5 |
8 | Espiritualidad | 20 |
9 | Cognoscitiva | 5 |
10 | Comportamiento | 5 |
11 | Esparcimiento | 10 |
12 | Conducta adictiva | 1 |
100 |
Los programas de intervención preventivo terapéuticos deben considerar las doce áreas, en las cuales se manejan la promoción de la salud (factores protectores), la I prevención (factores de riesgo), la detección precoz (identificación del adicto! enmascarado), el tratamiento, la rehabilitación y el seguimiento. Este afronte integral asegura el éxito definitivo en la recuperación del adicto, controlando oportunamente los factores que favorecen la recaída, el fracaso terapéutico y la deserción.
También, el abordaje integral opera estrategias de intervención sustentadas en la importancia de cada área. Así, se pone mayor énfasis en el área espiritual, individual y familiar, por ser la más importante, tanto cualitativa como cuantitativamente, 20 %. Le siguen en orden de prelación el área ecológica, 15 %; el entorne social, entorno familiar, la personalidad y el esparcimiento con 10 %, cada área.
Las áreas biogenética; emocional, afectiva y volitiva; cognoscitiva y de comportamiento con 5 % cada una; el aspecto corporal, 4 % y conducta adictiva, 1 %, representan los componentes de menor importancia del fenómeno adictivo.
Cabe señalar que al asignar un porcentaje mínimo a la conducta adictiva, se configura el fenómeno del iceberg, con lo cual se establece que en el enfoque holístico, escape hedonista sólo representa la parte visible del complejo fenómeno adictivo.
El ambiente de las adicciones ("mundo drogo") presenta una subcultura cuyas características son:
Los miembros de la familia saludable conforman un sistema interactivo espiritualmente muy sólido. Por tanto, lo que sucede a uno de ellos, afecta inevitablemente al resto del sistema; aún cuando no se percaten de esa interactividad. Sin embargo, veamos algunas características de la familia del adicto y su patrón disfuncional:
Ambiente físico propicio. Cultivos de marihuana, coca o amapola. Principalmente, los nidos ecológicos adictógenos (NEAs) o antros: "sitio que jala y esclaviza".
Mercado adictivo, corrupción, presión social, cultura hedonista y círculo amical adictivo: "el vicio hace al círculo y el círculo hace al vicio".
Familia disfuncional: coadicción, posesión mental, escotosis, simbiosis, indolencia, desorganización, desintegración o abandono.
Predisposición biogenética por antecedentes familiares de adicción y la bioadicción: tolerancia, síndrome de abstinencia, intoxicación, inconsciencia de enfermedad, psicosis tóxica, etc.
Deterioro orgánico, ulceración y perforación del tabique nasal, adelgazamiento físico, cirrosis hepática, infarto de miocardio, atrofia cerebral, rubor facial, rubor nasal, etc.
Inmadurez, trastorno disocial, personalidad borderline, personalidad dependiente, evitación, etc.
Trastorno bipolar, depresión, distimia, voluntad débil, frustración, timidez, etc.
Desamor, soledad, vacuidad, infelicidad, desasosiego, evasión y autodestrucción.
Creencias irracionales, condicionamiento mental adictivo, aprendizaje de rituales de la conducta adictiva, uso de la replana, maquiavelismo, endiosamiento, etc.
Manipulación, simulación, histrionismo, soberbia, mendacidad, agresividad, etc.
Diversión, desenfreno, sensualidad, orgías, juergas, campamentos, conciertos musicales o música estridente, libertinaje, uso indiscriminado de alcohol, nicotina y psicofármacos.
Apetencia compulsiva y rituales hedonistas. Comportamiento psicopático. Esta percepción transversal del fenómeno adictivo posibilita una visualización totalizadora de su complejidad y extensión, rompiéndose de esta manera el tradicional enfoque reduccionista que limita drásticamente las acciones preventivo terapéuticas, sesgándolas, y muchas veces, sujetándolas a esterilizantes prejuicios científicos. El afronte holístico, en cambio, abre un horizonte vasto para las intervenciones eficaces, premunidas del conocimiento cabal y de la precisión estratégica, que viabiliza el éxito a largo plazo de los programas de cobertura integral y masiva.
La enfermedad adictiva atraviesa por las siguientes etapas y fases:
1. Experimental
2. Habituación
3. Dependencia Adicción Biológica Psicopatización
4. Desenlace terminal
Hominización
Psicosis tóxica
Deterioro somático
Occisión (muerte)
La adicción es un trastorno volitivo caracterizado por un inicio insidioso y evolución progresiva. Sus principales manifestaciones psicosociales son:
En el curso de la enfermedad adictiva, progresivamente se presentan los siguientes síndromes:
La enfermedad adictiva cursa en forma progresiva por las siguientes fases:
Encubrimiento de la conducta adictiva: solapamiento. Simulación de un comportamiento adecuado. Manejo de dinero sin el debido control familiar. Creencia de ser muy listo: el adicto se cree muy astuto ("vivo", "escuela").
Hastío: "me aburro de estar aburrido". Irritabilidad. Mendacidad: mentiras frecuentes. Cambio de horarios habituales. Fanatismo por la música estridente. Delación de adictos encubiertos.
Agresividad. Conflictos familiares frecuentes. Ausentismos injustificados. Desaparición de objetos del hogar. Soberbia. Ostentación. Prepotencia. Detección por la familia: señales directas, indirectas o indicios. Lenguaje trabado, a veces: "lengua de trapo". Uso de descongestionantes nasales u oculares. Uso de aromatizadores de ambiente. Sujeción a paradigmas negativos. Manipulación. Crítica a los adictos visibles. Seducción. Adulación. Libertinaje. Contacto con amigos (amigotes) adictos Desaparición de dinero. Gastos injustificados. Ingesta excesiva de licor. Aparente desprecio a los adictos avanzados. Doble vida. Exceso de fiestas: fanatismo por los bailes. Recreaciones exageradas: "vida vacilona", "vivir de juerga en juerga". Jugador: bingo, billar, casino, videojuego, hípica. Juergas y trasnochadas semanales.
Cinismo. Rol de víctima: "pobrecito yo". Irascibilidad. Intolerancia. Derroche: gastar sin medida. Exigencia de dinero de manera desmedida. Juergas y trasnochadas diarias o interdiarias. Sustracción de objetos del hogar: "chocar con la casa". Conducta delictiva: "arrebatar", "cuadrar", "cerrar". Pertenencia a grupos de amigotes con quienes sí dialoga eufóricamente. Incondicionalidad a sus amigotes a los que defiende apasionadamente. Apartamiento de su grupo familiar: "desapego". Desaliño personal: desarreglo personal, mal aspecto. Vive de noche y duerme de día: "lechuza" o "vampiro", "zancudo" que "chupa y vuela". Consumo intensivo sin dormir: "de boleto", "boletear" o "rebotar". Frecuentes problemas policiales y/o judiciales.
Violencia: endemoniado, agresividad verbal o física. Explosividad: "fosforito", "pólvora". Destructividad: ruptura violenta de objetos. Insensibilidad: ausencia de sentimientos y valores. Criminalidad: poner en riesgo la vida de otros con intencionalidad. Vida callejera: vagancia, "aplana calles". Mendicidad: usar la caridad pública para continuar drogándose. Consumo diario: "agarrado por la droga", "esclavo", "atrapado sin salida". Psicosis tóxica: "tostao", "está demás", "crazy", "quemado" o "ya fue".
Derrumbe de la personalidad: ruina, "basura". Emaciación corporal: adelgazamiento severo. "Hueso y pellejo". Abandono de sí mismo: "soledad sola", "capilla sin cura". Hominización: "carroña", "guiñapo", "despojo humano", "zombi", "podrido". Muerte: sobredosis, por accidente, suicidio, homicidio o por enfermedades infecto-contagiosas, tales como Tuberculosis Pulmonar (TBC), SIDA, etc.
Los principales síntomas y signos de la enfermedad adictiva son:
Actitud: soberbia, omnisciencia, omnipotencia, autoendiosamiento, encubrimiento de la conducta adictiva, negación, rebeldía y evasión hedonista.
Emociones: irritabilidad, inquietud, ansiedad, furia y disforia.
Sentimientos: insensibilidad, baja autoestima, desamor, sobreidentificación con los amigos adictos, depresión, culpa, autodesprecio y degradación ética.
Conductas: fanfarronería, desobediencia, mendacidad, manipulación, irresponsabilidad, cinismo, exigencia de dinero, derroche de dinero, empeño de objetos, préstamo de dinero, sustracción de objetos del hogar, hurto de dinero, autofinanciamiento, hurto laboral, actos delictivos, desapariciones, fugas, doble vida, vivir de noche y dormir de día, autoencierro, violación sexual, experiencias homosexuales y promiscuidad.
Violencia: agresividad verbal, agresividad física, explosividad, tendencia suicida, tendencia homicida e incesto.
Cognición: ideas suicidas, ideación paranoide, pérdida de valores y principios, ideas de minusvalía, sobrevaloración compensatoria, mengua de la memoria reciente, déficit de la atención y suspicacia.
Vegetativos: inapetencia, alteración de la libido y del ritmo de sueño.
Somáticos: adelgazamiento, palidez, congestión conjuntival y trastornos digestivos.
Sinonimia: Codependencia
Es el sostenimiento, mantenimiento o apoyo inconsciente e involuntario a la conducta adictiva por parte de uno o más familiares. La familia no desea que él sea un adicto; más, ella sin darse cuenta, con actitudes erróneas, frecuentemente mantiene, sostiene o apoya incondicionalmente la conducta adictiva del enfermo, por lo que sus miembros continuamente o en forma persistente cometen los siguientes errores con el adicto:
La personalidad premórbida del adicto mayormente presenta las siguientes características:
COBIPEF © 2008 - 2022. Reservados todos los derechos.
El material presente en esta página web puede disponerse para otras web y/o artículos de prensa, radio y televisión siempre y cuando se cite la procedencia. No se autoriza la venta y/o alquiler del contenido escrito ni archivos de imágenes, audio o video, sin excepción alguna. En todos los casos, los derechos de autor originales de cualesquiera de los contenidos de esta web, así como los derechos de traducción, corresponden a sus respectivos autores y se presentan aquí única y exclusivamente con fines EDUCATIVOS, no comerciales. Sitio web diseñado y administrado por Rommel Andaluz.